La Torre Eiffel además de ser uno de los principales iconos de París y uno de los lugares más visitados por los turistas que acuden a la capital francesa, asume ahora un nuevo papel. El de productor de energía eólica.
Imagínense mi impresión al enterarme de algo tan maravilloso, ¡hasta se me cayó la deliciosa crepa que me comía en ese momento! Y es que, según la edición digital del The Guardian, que ahora leo en mi tableta electrónica gracias a mi querido Leonardo, la empresa norteamericana Urban Green Energy (UGE) ha anunciado, a través de un comunicado, la instalación de dos turbinas eólicas verticales para capturar el viento desde cualquier dirección.
Estas dos turbinas son capaces de generar, anualmente, 10.000 kWh de electricidad. ¿Se imaginan? Claro, la Torre Eiffel es tan alta que es un excelente receptor del viento y qué fuerte se siente el aire estando ahí arriba. Además es una gran aportación al mundo de #ResponsabilidadSocial.
El director general de UGE, Nick Blitterswyk me dijo: “La Torre Eiffel es sin duda el icono arquitectónico de mayor renombre en el mundo, y estamos orgullosos de que nuestra tecnología avanzada fue elegida como uno de los compromisos de la Torre para un futuro más sostenible, cuando los visitantes de todo el mundo ven las turbinas de viento, estamos un paso más cerca de un mundo alimentado por energía renovable limpia y fiable”.
Y bueno, esto hace que la Torre Eiffel no sólo sea grandiosa, sino autosustentable.
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